Un poco de mi

Mi foto
Dama Oscura
Llegue a una edad donde des-enamorarme ya no duele tanto como lo es pagar mis deudas.
Ver todo mi perfil

Gana Dinero con tu Blog

Gana Dinero con tu Blog
Al igual que yo ya estoy ganando

sábado, 18 de julio de 2020

¿Te atreverías?

Tenía 26 años cuando esto paso.
Salía con un chico que es economista.
Vamos a decir que se llama Emilio, el es un año menor que yo.
Pasa que a la madre de Emilio yo no le agradaba y su madre es espiritista.
Estuvo por varios meses haciendo hechizos de maldición para eliminarme.
1. Me dio el periodo menstrual de manera permanente.
2. Empece a sangrar por la nariz.
3. Me dio infarto dos veces.
4. Presion alta y baja.
Fui al médico en cada síntoma nuevo que tenía, nunca se encontró el motivo de mis malestares, llego día de todos los Santos y fui al cementerio general a dejar rosas en la tumba de algún desconocido que no haya sido visitado a la vez rezar por su alma y por el alma de mi hija, cuando termine de rezar escuche la voz de una niña hablarme.
- ¿Lo conoces?
Levante la cabeza y vi una niña pequeña, de unos seis o siete años, era blanca y de ojos verdes, llevaba un vestido rosado con blondas.
- Hola - sonreí - no lo conozco - mire la lápida - es un señor que murió hace cincuenta años, supongo que ya no tiene parientes vivos que recen por el.
- ¿Y por qué estás aquí?
- Hace cuatro años, tuve una hija que nació muy prematura, cuando tenía cinco meses de embarazo, los médicos hicieron todo lo que estuvo en sus manos por salvarle la vida, pero sus pulmones no resistieron y murió en el hospital, esta enterrada en Cajamarca y ni tengo opción de llevarle flores.
- Pero... tienes otro hijo.
La mire detenidamente, cabello ondulado castaño, labios rosados, una piel muy fina, era una niña pequeña, ¿que hacía sola en el cementerio?
- Tu mamá te habrá dicho que no debes hablar con desconocidos.
- Pero, yo te conozco - sonrió.
- Que linda eres, sabes, pienso que mi hija habría sido como tu si hubiera vivido, ¿como te llamas?
Dije eso y me distraje un momento limpiando la tumba que tenia frente a mi.
- Isabel.
- Que gracioso - murmuré sonriendo para mi - Yo llamé así a mi hija.
Me di la vuelta y ya no estaba, la busqué por todos lados y había desaparecido totalmente.
- Que raro - dije para mi, camine unos pasos y empecé a vomitar.
Vomite en el piso del cementerio, por más que intentaba no hacerlo, seguía vomitando, trate de hacerlo en un campo de tierra cerca del desagüe donde no había ninguna lápida, sentí algo en mi garganta incomodo, metí mis dedos y saqué un mechón de mi pelo.
¿¡Que carajos!?
Pensé, me sentí increíblemente mejor desde ese día.
De pronto todo lo que me afectó durante todos estos meses, dejaron de afectarme, veía a Emilio y el estaba feliz por mi notoria mejoría.
Un día fuimos a su casa y me quedé a solas con su madre.
- Eres bruja - me dijo muy molesta.
- ¿Como dice? - pregunte extrañada.
- ¿Practicas hechicería?
- Yo, leo cartas - murmuré - y realizo algunos hechizos de protección y curación.
- Ahora lo entiendo - dijo ella mirándome enojada - ¿Quieres morir?
- ¿Perdón?
- Si sigues con mi hijo, se van a casar, el esta muy enamorado de ti.
- Y yo de el, somos felices juntos.
- Yo no quiero una nuera como tú.
- ¿Como yo?
- Todas las brujas empezamos así, con cosas fáciles, luego avanzamos en cosas más complicadas, pero yo no lo permitiré, no se que hiciste para seguir viva, pero que no te quede duda que si no cortas con mi hijo, haré todo lo posible por matarte, o al menos, haré que te vuelvas loca y tu misma te mates.
- ¿Por qué le molesto tanto? Yo hago de todo para agradarle.
- Tienes un hijo de otro hombre, eres una mujer vivida y eres bruja, no quiero a otra más como yo en mi descendencia.
En ese momento Emilio volvió con su padre.
- Hay hijo, me duele la espalda.
- Nina sabe hacer masajes - dijo Emilio mirándome.
- Claro, ¿tienes mentol?
Me puse detrás de la señora y empecé a hacer masajes.
- Yo amo a su hijo y no lo voy a dejar, esté usted o no de acuerdo - dije acercándome a ella y dándole un beso en la mejilla.
Cuando Emilio me acompañaba a mi casa me pregunto muchas veces que es lo que le dije a su madre.
Llegamos a mi casa y nos detuvimos en mi vereda.
- Sabes que te amo - murmuré.
- Yo también te amo.
- Yo daría mi vida por ti, si tengo que vivir un año más, pero a tu lado, lo tomaría, no me importa vivir cincuenta años más si es sin ti.
- Me estás asustando Nina.
- Vendrán días complicados amor, por favor, resiste.
Emilio no entendía lo que le dije.
Los días que vinieron me dieron episodios de amnesia, me perdí de muchos días.
Estuve así por muchas semanas hasta que encontré una nota en mi cuaderno.
"Soy Azriel, estoy aquí para protegerte, quédate tranquila, yo cuidaré de ti".
No era mi letra, era una letra elegante, bien dibujada, caligrafía excelente, como monotype cursiva en la computadora.
¿Quien escribiría esto?
Los episodios de amnesia se volvieron mas constantes.
Una noche desperté y estaba en la casa de Emilio.
- Nina - dijo el mirándome fijamente.
- Hola - dije extrañada.
- Te pregunte, que haces aquí.
- Yo... recuerdas que re pedí un libro de contabilidad que no hay en la biblioteca.
- Ya lo traigo.
Entro y salió con el libro.
- Vamos a dar una vuelta - dijo.
Empezamos a caminar, le tomé la mano y el me soltó, estaba muy molesto conmigo.
- Amor ¿qué pasa?
El me lanzó una mirada furiosa.
- Hay que sentarnos - dijo.
Nos sentamos en una banca del boulevard e intente besarlo el se alejó de mi.
- ¿Que pasa? - dije extrañada.
- Nina, te dije que ya no me busques más, tu viniste a mi casa a incomodar a mi madre, ni entiendes que esto ya se terminó.
- ¿qué?
- Terminamos - dijo mirándome fríamente.
- No espera, no entiendo, ¿por qué?
- Nina, yo no puedo pretender ser feliz contigo, si obviamente mi madre está siendo muy afectada porque piensa que la dejaré para estar contigo.
- Pero yo te amo.
- ¡¡NO!! - grito.
- Explícame, no entiendo nada.
- ¿Ahora tienes amnesia? ¿Estas loca?
- De verdad no entiendo nada, de nada.
El se paró delante de mi y me quedé sentada.
- No quiero ser padrastro, entiendes, no quiero criar y educar un niño, que su propio padre abandonó.
Me quedé congelada, de pronto algo dentro de mi se rompió.
- Esta bien - dije mirándolo fijamente - mira mi cara Emilio, que tus palabras sean mi maldición, los dioses escuchen mis labios, por rechazar un niño sin padre, si no es en mi vientre, nunca en tu vida procrearás hijos de tu sangre - dije furiosa.
Un trueno se escucho en el cielo.
- Nina que hiciste - dijo el mirando hacia arriba.
- Vete - dije dándome la vuelta.
- ¿Cómo te atreves a maldecirme?
- ¡¡Que te vayas!! - grite.
- Te llevaré a tu casa - dijo tomando mi mano.
- ¡¡No quiero volver a verte nunca más en mi vida, maldito bastardo!! - grite - ¡¡déjame sola antes de que haga algo peor!!
- Nina cálmate.
Le di una bofetada.
- No me digas que me calme.
Emilio me soltó.
- Como quieras, estás loca.
Se fue.
Me quedé en el boulevard, saque mi celular, llame a Patty.
- ¿Nina?
- Te necesito - dije llorando.
- ¿Donde estás?
- En el boulevard, ven por mi, estoy en la primera banca.
- Quedate ahí, no te muevas, voy en seguida.
Colgué y continué llorando.
Patty llego en alrededor de 15 minutos.
- ¿Que pasó?
La abracé.
- Estas helada, esta haciendo mucho frío, ¿que tienes?
- Emilio terminó conmigo.
- ¿Pero cómo? Si el daba la vida por ti.
- No lo sé, no se que pasó, hoy día me fui a su casa a verlo, me trajo aquí y me dijo - trague saliva - que no quiere criar el hijo de otro hombre.
- ¿Que?
- Eso me dijo, yo no lo entiendo, si el lo quiere como si fuera suyo y estábamos planificando tener uno nosotros y ligarme.
- Algo no me cuadra Nina.
Continué llorando.
- Quiero irme a tu casa.
- Vamos.
Me quedé en casa de Patty por una semana.
Mi mamá supo que estaba ahí, Emilio fue a los pocos días a verme y mi mamá le dijo que salí una noche y no volví más.
Emilio me escribía al WhatsApp y yo no respondía.
Desactive la opción de confirmación de lectura para que el no sepa que leía sus mensajes.
Regrese a mi casa con una decisión.
- Mamá - murmuré - voy a dejar economia.
- ¿Que? ¿Por qué?
- Me cambiaré a derecho.
- Espera, no entiendo que es lo que pasa.
- Postulare en diciembre.
- ¿Que harás el resto del año?
- Iré a Lima, un mes a descansar y luego vendré a estudiar para postular a derecho.
- ¿Con qué dinero piensas ir?
- No lo sé.
- ¿Donde te quedarás?
- No lo sé.
- Te das cuenta de lo que me dices.
- Si.
Pasaron las semanas, lo que parecía calma, se volvió un caos en mi cabeza, lloraba cada noche, nunca respondió a Emilio.
Un día me escribió diciendo que se va, que se enteró de todo lo que pasó conmigo y que se irá a trabajar en la frontera para que yo pueda continuar con mi vida.
- Cuando vuelvas, no me encontrarás - respondí y lo bloquee.
Saque pastillas de mi gaveta, logre juntar más de cincuenta pastillas.
- Si hay algún dios viéndome - murmuré para mi - quiero acabar con mi dolor.
Me tomé todas las pastillas y me dormí.
- No puedo ser - escuche la voz de Emilio - ¿cómo no se dan cuenta?
- ¿Que pasó?
- Mire, se tomó todas sus pastillas - me levanto en sus brazos - esta helada, debo llevarla al hospital.
Me hicieron un lavado estomacal para expulsar la mayor parte de lo que había en mi estomago.
Dormí por dos días.
Cuando abrí los ojos vi a Emilio sentado a mi lado.
- ¿Que haces aquí?
- ¡Nina!
- Déjame - dije - no puedo moverme, me duele el cuerpo.
- Estarás bien.
- ¿Donde estoy?
- En el hospital Iquitos.
- Vete - dije cerrando los ojos.
- No, estos días, me di cuenta que, te iba a perder para siempre así que, decidí quedarme contigo.
Sonreí.
- Pequeño bastardo - murmuré - en cuanto salga de aquí, no quiero volver a verte en mi vida.
- No, si me voy, intentarás alguna otra locura y no quiero que te hagas daño.
- No haré nada en contra de mi vida.
- Conoci a Azriel y a Jade.
- ¿Quienes, carajo, son esas dos?
- Azriel es la que se encargó de hacer que termine contigo y Jade...
- Basta - murmuré - ¿Dices que tengo personalidad múltiple?
- Probablemente, si.
- Carajo...
- Yo me quedare contigo, no te preocupes.
- Carajo...
- Te amo, no quiero perderte, no vuelvas a hacerme esto.
- Yo también te amo - murmuré.
Emilio se acercó a besarme.
Cuando salí del hospital, reflexioné sobre lo que estaba pasando, mire el altar que tenía en mi habitación.
- Si hay alguien escuchando - murmuré - quiero ir a Lima, a ver a la matriarca de mi aquelarre.
Le escribí a un amigo pidiéndole que me lleve a lima por un mes y él envío mi pasaje.
Fui a Lima y visité a la matriarca de mi aquelarre quien me dio las respuestas que buscaba.
La niña, la doncella, la anciana; eran la representación se los espíritus que me acompañaban.
- Cuando le pides algo a los dioses, según tus sentimientos, ellas se encargan de cumplirlo - dijo ella - sin importar que sea.
Me explico que lo que yo tenía era una maldición de muerte, que me había hechizado la madre de Emilio, que lo intento con enfermedades que la medicina no pudo tratar pero como tenía un espíritu y fortaleza muy elevado y vio que eso no me mataría, entonces mando a que me vuelva loca, por eso intente quitarme la vida.
Estaba de locos, a veces me pregunto, en que carajos me metí cuando ingresé a ese aquelarre de brujas.
- Ve al cuarto de meditación - ordenó.
Ingrese al cuarto de meditación.
Me quedé mirando a la nada pensando.
- Muy bien - dije despacio - aparezcan.
Ellas aparecieron ante mi.
Azriel, es alta, morena, ojos café, delgada; Jade es blanca, muy bajita, ojos azules como el cielo, pelo lacio y rojo, Isabel era la niña que estaba en el cementerio.
Sonrieron.
- La niña, la doncella y la mujer - sonreí - así que... ustedes son las que me acompañan.
- No en esta forma - dijo Isabel - nuestra verdadera forma es totalmente diferente a esta.
- ¿por qué no se muestran en su verdadera forma?
- Por que así te resultamos más agradable - dijo Isabel.
- ¿Ellas no saben hablar?
- Prefieren no hacerlo.
- ¿Por qué se quedan conmigo?
- Porque te amamos.
- Tu, eres el espíritu de mi hija - murmuré apuntando a Isabel.
- Debía serlo, pero tú cuerpo no resistió terminar el embarazo.
- Lo lamento mucho - murmuré - a decir verdad no soy una buena madre, no tengo mucha paciencia con mi hijo.
- Lo he visto, te alteras mucho pero haces lo mejor que puedes.
Mire a Azriel.
- Están preocupadas por ti.
- ¿Por qué?
- Intentas quitarte la vida.
- Y ellas tomaron mi cuerpo para manipular mi vida.
- Prometen que nunca más lo harán.
- Esa mujer... intento matarme.
- Nunca dejaremos que nadie te haga daño.
- Quiero matarla.
- ¿Estas segura?
- No - empecé que llorar - no quiero hacer daño a nadie.
- Todo va a pasar, tranquila.
- Es incomodo escuchar a una niña hablar como adulto.
- No soy una niña.
- No van a aparecer en mi día a día como espectros o figuras, ¿no?
- Solo puedes vernos en ambientes de alta pureza.
- Como el cementerio - murmuré - ¿estoy loca?
- No.
- Uhm... a veces me siento así...
- Un poco impulsiva, e impropia, pero no es nada grave.
- Son hermosas en esa forma, quiero recordarlas para escribir historias basadas en ustedes.
Sonrieron.
- No haré nada - murmuré.
- ¿Estas segura?
- Estoy molesta, insegura y triste, me siento furiosa de saber que alguien intento matarme, pero nada amerita que yo tome acciones en el asunto, la mamá de Emilio es una mujer muy vieja, aunque no haga nada, morirá muy pronto y quien sabe entonces me busque.
- ¿Y quieres volver con él?
- No lo sé - murmuré - la verdad... después de lo que me dijo... prefiero que se vaya de mi vida.
- Entiendo - dijo sonriendo - te enseñaremos la invocación.
- ¿invocación?
- Te entrenas en santería, acabas de demostrar que mereces nuestra ayuda.
- No entiendo.
- En la magia, cualquiera puede ser espiritista o necromante, son ramas fáciles, lo complicado es el camino que escogiste.
- Entiendo.
- Habrás descubierto que cuando tienes emociones fuertes, puedes afectar a otras personas.
- No es porque yo quiera, son momentos de ira.
- Desde este momento, haz demostrado que mereces nuestro apoyo.
- Si lo dice por lo de la mamá de Emilio, es un problema de amores... no amerita que yo haga daño a propósito a una persona solo por el afán de quedarme con un hombre.
- Puedes hacer un amarre.
- No estoy interesada, gracias - sonreí - si alguien siente algo por mi, que sea de la forma más real posible, a demás, dicen que cuando le haces un amarre a alguien, dura máximo diez años y luego de eso te odia con toda su alma, no quiero pasar por eso.
- Muy cierto, el corazón de los humanos no se puede controlar controlar con magia.
- Y la magia más poderosa que existe es el amor - las mire, estaban paradas, inmóviles, en silencio - Estoy lista entonces.
- Yo soy el mensajero y la bendición en tus labios, puedes invocarme con estas palabras - dijo Isabel - cuando quieras ayudar a alguien, debes encender una vela y decir "con la bendición de los dioses" y pedir lo que quieras.
- Yo soy la espada - agrego Azriel - cuando detecte a un enemigo, me encargaré de él.
- Yo soy tu escudo - dijo Jade - nunca me apartaré de tu lado y cuidaré que nunca te pase nada que pueda atentar contra tu vida.
- ¿Y como las llamo a ustedes dos?
- No puedes - dijo Isabel - la única a la que puedes invocar es a mi.
- ¿Y qué puedes hacer?
- Lo que tu quieras.
- ¿Y cuánto tiempo demoraras en hacer lo que te pida?
- Dos semanas.
- ¿A cualquier persona?
- A cualquier persona.
- ¿Aunque este al otro lado del mundo?
- No importa la distancia, lo haré.
- ¿Y si no quiero pedir nada?
- No pidas nada.
- No quiero pedir mucho y que la factura sea muy elevada - sonreí.
- Nina - dijo la matriarca irrumpiendo en la habitación.
Me di la vuelta y la miré y ella se quedó en silencio.
- Disculpa, estaba concentrada - dije - mira ellas son - me di la vuelta y ya no estaban.
- Nina, ya se está haciendo tarde, si no vas a dormir aquí, lo mejor será que te regreses ya.
- Esta bien, tuve una alucinación muy extraña.
- Cuentame.
- Pues mira... habían tres mujeres...
Regrese a Iquitos cuando complete el mes de viaje.
Paso el tiempo, no volví a buscar a Emilio.
Me acerqué al altar de mi habitación, había comprado la figura de un Ángel y de la virgen María.
Encendí una vela.
- Ok, aquí vamos - suspiré - Si hay un dios escuchando en este momento, escuche mi plegaria, Con la bendición de los dioses...

Dama Oscura

0 escribieron:

Publicar un comentario

Deja tu opinion

Quiza quieras leer

Related Posts Plugin for WordPress, Blogger...

PROHIBIDO COPIAR

trucos blogger