El día viernes en la noche, el empaste de un diente cayó, no pude comer porque la carne estuvo entrando, así que decidí ir el día de hoy a la posta a ver si era posible que me curen. Ahí mismo se me informo que no están realizando curaciones, solo extracciones y que vaya a un dentista privado.
Salí de la posta decepcionada y desesperada, los únicos odontólogos que conocía no se encontraban en la ciudad, decidí poner un post en mi cuenta personal preguntando si me podían alcanzar el contacto de algún odontólogo local que esté atendiendo.
En menos de 10 minutos me escribieron varios contactos del fb dándome números de sus recomendados odontológicos.
Entre ellos me escribió un amigo que ya conozco bastante tiempo, me alcanzo el numero de 2 odontólogos.
Llame a uno y cobraba tarifa por consulta y tarifa por atención...
Traduccion: por mirar cuantos dientes picados tenia me iba a cobrar.
Le dije que gracias y colgué.
Llame al siguiente número quien me dio tarifa por curación (le dije que necesitaba curación) le pregunte que si cobraba por consulta y me dijo que no, que como llamé porque me diferenciaron con él, no me cobra la consulta.
Así que separe una consulta para esa misma tarde.
Como ando con una dieta drástica obligada por mi sistema estomacal, me eché a dormir.
Nota: No se salten las comidas es muy malo les puede dar gastritis, lo mío no es porque yo quiero, en serio.
Resulta que me voy a la dirección indicada por el odontólogo que me respondió la llamada y me dijo que me atenderá el mismo, le escribí al WhatsApp diciendo que ya estaba en la sala de espera.
- Hola, soy Nina - dije levantándome de donde estaba sentada cuando lo vi salir.
- Hola, ¿cómo estás? Pasa.
Entre al consultorio y un tétrico viendo como de película de terror recorrió todo mi cuerpo mientras la piel se me erizaba.
- Discúlpame - dije con una sonrisa nerviosa - es que le tengo tirria a los dentistas.
- ¿Ah si? Te cuento que cuando yo era niño, también me sentia así.
- ¡No me digas! - dije sintiéndome extrañamente más tranquila - y terminaste siendo odontólogo.
- Pues es una carrera que me trae mucha satisfacción.
- Que bueno, me voy a sacar la casaca - dije.
- Si está bien - dijo quedándose mirándome un momento en silencio.
- ¿Pasa algo?
- Es que... siento que te he visto en algún lado.
- Ah... si algunas personas me dicen eso.
- ¿En serio? no se... siento que te vi en algun lado.
- ¿Quien sabe? Quizá ya nos conocemos y no nos hemos dado cuenta.
Me eche en la camilla y reviso mi boca, mientras hacia sonidos preocupados.
- Uhm... ujum.. ti ti ti ti ti ti ti ti... que mal...
- ¿Que pasa? - dije preocupada.
- Tienes 5 dientes careados a demás de los dos que quieres que te curen.
- No me digas - dije triste.
- A demás, este diente está para endodoncia.
- Solo tengo para que lo cures.
- Ya mira, te pondré un temporal y la próxima semana vienes para poner un permanente.
- Si, está bien, ¿me costará más?
- Si, un poquito más.
- Esta bien, cure el diente por favor.
Empezó a curar.
- Ahhh.
- ¿Te duele?
- No, es por inercia, el sonido de la máquina me vuelve loca.
- Ah, ok, trata de relajarte, porque si me distraes te puedo lastimar.
- Esta bien.
Termino de curar mi diente y me puso el temporal.
- Ya está.
- Eso fue rápido.
- Es que en realidad el diente estaba bastante limpio, solo que el hueco ya es muy grande, yo te recomiendo que te hagas una endodoncia ahí porque te va a doler mucho.
- Si, ¿cuánto cuesta? ¿Podemos conversar un rato o tienes otro paciente?
- Mi siguiente paciente llega en una hora, quédate no hay problema.
- ¿cuánto cuesta la endodoncia?
- Mirad te puedo cobrar tanto.
- Uhm - dije mirando para un costado.
- ¿Te parece caro?
- No es eso, lo que pasa es que por la pandemia se me acumuló una deuda y pagare este mes y el siguiente, entonces, recién tendré liquidez en setiembre.
- Entiendo, entonces hay que ver la forma de que la curación dure lo más posible.
- Si... pero voy a ver la forma, porque realmente ahora sí me duele un poco.
- ¿Del uno al diez cuanto te duele?
- Un cuatro...
- Eso es mucho, te recetare una pastilla.
- No, tranquilo, yo tengo pastillas.
- ¿Segura?
- Si, tranquilo.
- Bueno, entonces... ¿nos conocemos de algun lado?
- Ya vale, te voy a decir... soy una especie de influencer... o algo parecido no me gusta esa palabra.
- ¿Influencer?
- Soy escritora, publico historias en internet.
- No puede ser, eres Dama Oscura.
Sonreí.
- ¡¡Yo sigo tu página!!
- Oh vaya, gracias, espero que te gusten mis historias.
- Pues si, siempre leo.
- ¿Y compartes?
- No me gusta compartir a menos que me haga reír.
- Mi propósito es enseñar a las personas la costumbre de lectura, me ayudas mucho si compartes las historias que publico.
- Esta bien, si veo algo prometo compartir.
- Gracias.
- ¿Me regalas una foto?
- Claro, ¿para tu fb?
- Para mi pagina, mira.
- ¿Publicas lo que haces también?
- Claro, es que tenía que escribir algo ayer y no lo hice, quería comentar porque no lo hice... y también porque los comentarios de mis seguidores me levantan el ánimo - me reí, miré la hora - ya debo irme.
- ¿Vendrás la próxima semana?
- Si claro, espera la foto, quédate ahi nomas, se te ve mas profesional.
- ¿Así?
- Si, ¡Por todos los Dioses! Mi pelo está horrible... no se si sea bueno compartir una foto así en mi pagina...
- Me parece que te ves bien.
- ¿En serio? Gracias, es que soy muy insegura de mi apariencia, haré publicidad a tu consultorio.
- ¿De verdad?
- Claro, al menos una persona lo verá y seguro que viene.
- ¿En serio?
- Si, vives de esto, ¿no? Quiero ayudarte.
- De verdad gracias.
- A demás, no todos los días se encuentra un odontólogo tan paciente conmigo... como dije, me dan tirria los dentistas y siempre se molestan.
- No, tranquila.
- Bueno, ahora sí, debo irme.
- Te espero la próxima semana.
- Claro que si, tengo que, lo que le pusiste a mi diente no durará mucho más.
- Cuidate.
- Igualmente.
Dama Oscura
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