MEMORIAS DE DAMA OSCURA: DAME TIEMPO

- ¿A qué hora llegas? - pregunte por WhatsApp a Diego.
- A las doce y media.
- Te espero.
Me bañé, hacia mucho tiempo que no me sentía emocionada por ver a alguien, la última vez que me sentí así, terminó muy mal para mi, a decir verdad termine en el hospital porque me había tomado cinco plister de paracetamol y cuatro plister de enalapril en un intento desesperado de acabar con el dolor que sentía por descubrir la verdad que se me había ocultado y me hicieron un lavado gástrico.
- Hija - mi madre entro a mi habitación mientras yo terminaba de arreglarme emocionada.
- Mami - respondí mientras me pintaba los ojos.
- Yo sé que lo que yo te diga a ti te entra por un oído y te sale por el otro.
Deje de pintarme y la miré.
- Yo sé para donde va todo esto - continuó - y no quiero que... no sé - le empezaron a salir lágrimas, la abracé - ¿así vas a salir?
- Si.
- Esta blusa está feisima, mira aquí tienes esta que es más bonita.
- Pero a mi me gusta esta - respondí.
- Hay hija estas huachafa, pareces de barrio, ¿cuando vas a aprender a vestirte como una señorita? ¿Que casaca usarás?
- La de Jean.
- Ya, ¿quieres que te peine?
- Ya casi lo tengo listo.
- Se prudente.
- Esta bien.
- Y conocelo bien.
- Ya mamá.
- Y asegúrate que realmente sea verdad eso que dice que está separado, averigua bien, no vaya a ser que sea casado.
- Esta bien, mamá.
- Pasa una bonita tarde.
- Seguro que si.
Mi madre salió de mi habitación, a veces olvido, que con mis decisiones precipitadas, lastimo a muchas personas, mi celular sonó.
- Ya llegué, estoy en tu vereda.
Era Diego.
Salí, me puse el tapabocas para salir.
- Hola - dije, cuando lo vi, automáticamente sonreí, acercó a darme un beso en la mejilla.
- Te traje algo.
- No - respondí automáticamente.
- ¿No?
- No me gustan los regalos.
- No viste que es.
- Si te costó más de cinco soles, no lo quiero.
- No me costo ni un sol, me lo dieron en el hospital gratis.
- ¡Ah! Bueno... ¿qué es?
Saco un tapabocas del bolsillo, sonreí.
- Unos médicos extranjeros que llegaron de voluntarios me regalaron una caja de estos, es lavable.
- Que lindo - dije recibiendo el tapabocas - es de color azul marino, me encanta.
- ¿Te gusta?
- Si, claro.
- Es que, el que usas, es artesanal y realmente te puedes contagiar.
- Gracias me encanta.
- No te gustan los regalos entonces.
- Si me gustan los regalos, pero, depende del tipo de relación que tenga con esa persona.
- No entiendo.
- A Patty yo le recibo ropa, joyas, perfumes, accesorios, lo que ella quiera darme, porque la conozco doce años y yo se que mañana más tarde puedo darle un regalo de similar o mayor valor, pero a ti te conozco desde ayer - me puse el tapabocas.
- Entiendo, entonces... esta bien, ¿a dónde quieres ir a almorzar?
- No lo sé, decide tu.
- ¿Que te gustaría comer? ¿Pollo a la brasa?
- No, pollo a la brasa no.
- ¿Un chifa?
- Puede ser.
- ¿Un aeropuerto?
- Bueno.
- Conozco un chifa buenísimo y están atendiendo.
- Vamos.
Subimos a un motocarro, le dio la dirección del chifa.
- Que lindos tus lentes, ¿dónde los compraste?
- Yo vendo.
- ¿En serio? ¿Como así?
- Yo compro al por mayor en Wish y vendo aqui por unidad, este es parte de una docena de lentes que me llegaron, me sobra uno.
- ¿A cuánto vendes?
- A veinte soles.
- ¿¡Tan barato!?
- Pues, si.
- ¿Me vendes el que te sobra?
- Es un modelo que nadie quiso, es totalmente rojo.
- Vendemelo, yo lo quiero.
- ¿Lo quieres en serio?
- Si.
- Te lo regalo.
- No vendemelo.
- Dije, te lo regalo.
- Esta bien.
- Cuando volvamos te doy.
- ¿Y como así compras en Wish para vender?
- Pues nada, todo lo que tenga que ver con generar dinero me interesa.
- Vaya, eres increíble, a mi no se me habría ocurrido.
Llegamos al chifa, nos bajamos y nos sentamos.
- Oye, mis lectores quieren conocerte.
- ¿En serio?
- ¿Nos podemos tomar una foto?
- Claro.
Acerco su silla a mi y nos tomamos como veinte fotos.
- Esta me gusta - dijo escogiendo una foto.
- ¿seguro?
- Si.
Subi la foto, puse un comentario y se rió asintiendo con la cabeza, de haber sabido que se pasaría las siguientes tres horas leyendo los comentarios y la expresión de su rostro, no hubiera subido nada.
Terminamos de comer.
- Por favor, deja de mirar el celular - dije.
- Es que, están comentando mucho la foto.
- Y puedes leer los comentarios luego.
- Es que... mira este comentario.
"Tiene una carita de yo no fui"
- Ok, Diego, tienes que guardar ese celular.
- Mira este otro, no lo entiendo.
"El médico forense. Espero que no sea la única vez que te vea desnuda... Porque hacen una linda pareja..."
- ¿A que se refiere?
- ¿No entendiste en serio? - dije levantando una ceja.
- Es que, creen que haremos el amor o algo parecido.
- Ahm... no, eres forense.
- ¿Y?
- ¿No entiendes en serio?
- No le veo la gracia.
- ¿Como carajos haces la autopsia?
- Con un bisturí.
- Esta insinuando que me moriré y será ahí cuando me veas desnuda.
- Que feo comentario.
- Tu le diste me gusta.
- Diego, no puedo tratar mal a las personas por decir lo que piensan, o por hacer bromas, te dije que esto no sería fácil.
- No sé... esto es nuevo para mí.
- Ok... ok... mira, no volveré a hablar de ti.
- No, ¿por qué?
- Porque la exposición te esta afectando y creo que es mejor, voy a borrar la foto.
Saque mi celular.
- No, por favor no.
- Deja de leer los comentarios por favor.
- Están hablando de mi.
- Son personas que no te conocen, yo estoy aquí, contigo, ignoralos, vamos a pasar un momento divertido y deja que yo me encargue de escribir.
- ¿Quieres ir a Nanay? - pregunto guardando el celular.
- Bueno - dije sonriendo.
Nos subimos a un motocarro, saco el celular de nuevo.
- Definitivamente voy a borrar esa foto - dije.
- No - respondió rápidamente.
- Diego, mira, yo estoy acostumbrada a la exposición, a los comentarios y se como controlar esto, tu no, las personas son crueles.
- Quizá tengan razón.
- Por todos los dioses - dije tocando mi frente, suspiré - mira, yo estoy viendo a un hombre, que me habla de temas muy interesantes, que su presencia me agrada mucho y con quien quiero pasar una tarde bonita, no te la pases mirando el celular, por favor.
- ¿Como lo haces?
- Escribo desde los catorce años, ya estoy acostumbrada a la exposición, solo tengo que mantener la calma y ser prudente al responder.
- No se si me acostumbré.
- Escribire lo de hoy y no escribo más de ti.
- ¿Por qué?
- Mejor es no exponerte mas, no estas acostumbrado y veo que te afecta, mejor es mantenerte al margen.
- No...
- Mira, yo te pregunte, si podía subir una foto contigo, porque - me quede callada.
- Porque...
- Ya llegamos - murmure.
- ¿Vamos a una banca?
- Si.
- Estabas por decir algo.
- Ok... ok... como digo esto... sin asustarte.
- ¿Después de todo lo que me dijiste?
- Yo sé lo que sientes por mi.
- ¿Es tan obvio?
- La verdad no, eres bastante reservado.
- ¿Entonces?
- Yo... se cosas...
- Ayer me dijiste eso.
- Si... es complicado de explicar.
- Inténtalo.
- Yo tengo un don muy extraño de ver imágenes en mi cabeza sobre las personas que me rodean, pero no es todo el tiempo, es muy rara vez.
- Y viste algo de mi futuro.
- Si.
- Dime.
- No.
- ¿Por qué?
- Por que tu no deberías saber que yo puedo hacer esto.
- Pero ya lo sé.
- Y me arrepentiré por mucho tiempo.
- Entonces... ¿estamos juntos? En el futuro.
- ¿Es lo que quieres?
- Si.
- No sabes lo que dices.
- ¿Por qué?
- Lo primero que te van a decir es que yo te hice algo de brujería y por eso estás conmigo.
- Eso no me importa.
- Luego yo suelo escribir sobre las personas que son cercanos a mi.
- La idea me agrada.
- No sabes lo que dices.
- ¿Por qué? A mi me gustas, se mi enamorada.
- ¡¡Ok!! Vamos a respirar, que estas yendo muy rápido.
- ¿No quieres?
- Yo no dije eso.
- Entonces si quieres...
- Diego estas muy acelerado, cálmate, por favor.
- Bueno.
- Mira, nos conocemos desde ayer, yo sé que a primera vista resulto encantadora, pero no soy así, soy muy engreída, odiosa, sarcástica y celosa. Estar cerca de mi, es muy complicado, a demas que literalmente media ciudad me conoce y si alguien sabe que andas conmigo me van a venir con chismes y comentarios y es complicado.
- ¿Por qué harías un escándalo?
- No, no haría eso, yo te preguntaría o te contaría lo que me dijeron y por tu respuesta sabría si mientes o no.
- Y entonces harías un escándalo.
- No, yo lloraría y todo te iría mal.
- ¿Como todo?
- Se te caerían los negocios, te despiden, te enfermas, etc, etc, etc...
- ¿Y por eso no quieres estar conmigo?
- Pienso que lo que sientes es de una primera impresión, pero que luego te pasará.
- ¿Y si no me pasa?
- Pongamos un plazo.
- ¿Para qué?
- Para conocernos y ver si congeniamos, créeme que lo hago más por ti que por mi.
- ¿Por qué dices eso?
- Porque sería muy fácil para mí, decir que si, sacar provecho de ti y luego botarte.
- ¿Y lo harías?
- Es una pérdida de tiempo.
- Vamos por unos helados.
- Vamos.
Entramos a una heladería cercana.
- Te quería mostrar algo.
- A ver.
Saco el celular y me mostro trabajo de sarcófago.
- Yo soy muy alegre para ver esas cosas.
- ¿Quieres ir a ver una película? Cuando haya cine, claro.
- Mejor veamos un anime.
- No me gustan mucho los animes.
- ¿Como pueden no gustarte los animes? ¡Estas loco! Es lo mejor que puede haber.
- Buenos vi Dodoro.
- Excelente anime.
- ¿Cuantos animes viste?
- Me gustan los de romance, fantasía, comedia, vampiros, magia, viaje.
- Los caballeros del zodiaco.
- De pelea no me gusta.
- Entonces no te gusta Dragón Ball.
- Ese si me gusta.
- Los súper campeones.
- No me gusta ese, heladooooo.
Comimos el helado mientras con mi celular veíamos Itazura na Kiss.
- No entiendo la trama, ¿ella esta enamorada de el?
- Ok, mira, él es el chico más inteligente del grado y ella es la chica más burra del grado, se dividen en secciones de la A a la F y pues ella está muy enamorada y el es un tipo muy arrogante.
- Es una historia muy graciosa.
- Pues mira lo que va a pasar.
...
- ¿Por qué le rechazo la carta? Que cruel es ese tipo - mire a Diego muy ensimismado en el capítulo.
- Mira lo que pasa después.
- ¿Estan inaugurando una casa?
- Si, es una casa nueva que su padre construyó.
- Se cayó la casa.
- Si, mira esta parte.
- Ese chico es muy fuerte.
- Me gustan los chicos fuertes.
- Empezare a ir al gimnasio de nuevo.
Lo miré levantando una ceja.
- ¿Que? ¿Tu crees que estos músculos aparecieron por arte de magia?
Sonreí achinando los ojos.
- ¿Que? - dijo extrañado.
- Nada.
Terminamos el helado y terminamos de ver el capitulo.
Salimos del local y empezamos a caminar por los vendedores del mercado.
- ¡Picarones! - grito una vendedora.
Me acerqué y pedí uno, empecé a comer.
- ¿Picarones?
- Si, ¿quieres?
- Me dijiste que no tienes dinero para pagar.
- Señora, ¿acepta como pago por los Picarones a un chico fuerte como el?
La señora se rió.
- ¿Realmente crees que pagare por esto?
Lo mire masticando lentamente antes de responder.
- Si - dije comiendo otro pedazo.
Empezó a reír.
- ¡Nina! - dijo riendo - me da otro por favor.
- ¿Que?
- Es que... no se, no pareces de esas personas que comen en la calle.
- Que error el tuyo por juzgarme así.
- Eres rara.
- Si lo sé, ser amigo mío, es muy difícil.
- ¿Por qué lo dices?
- Soy muy sarcástica.
- Ya me di cuenta de eso.
- Si, lo siento.
- En serio, por ratos es desesperante.
- Lo siento.
- Y tienes gustos raros.
- ¡Perdón!
- Y estas medio loca.
Lo miré fijamente.
- Y cuando me miras así, siento que me caerá un rayo.
- No te pases.
- ¡Que carácter tan complicado el tuyo, mujer!
Lo segui mirando callada.
- Me das miedo cuando me miras así.
- Eres un sujeto que mide 1.70 y te da miedo a una chica de 1.44 ¿en serio?
- En mi experiencia las pequeñas son de las que debo cuidarme.
- ¿En serio?
- Eres más grande que yo, más fuerte que yo y creo que más inteligente que yo.
- No es solo eso, mira lo que comentan en esa foto.
- Por todos los dioses. Olvidate de esa foto, la voy a borrar.
- No la borres.
- Mira, me han criticado muchas veces y he aprendido a manejarlo.
- ¿Como?
- Deje de preocuparme por lo que la gente piensa de mí.
- No se puede ser así.
- Mira te explico.
- A ver.
- La página se basa en números, yo tanteo a mi público, veo lo que les puede gustar y lo que no y escribo según eso, soy capaz de crear las historias más locas que te imaginas, hacer que una persona parezca el héroe o el villano.
- ¿Por qué hacer eso?
- Dama Oscura es un personaje, mira, hay dos clases de post. Los que escribe Dama Oscura y los que escribe la autora.
- ¿Por que hablas de ti en tercera persona?
- Mira, cuando uno decide hacer publico parte de su vida, debe pensar, que publicar, cuanto publicar, hasta donde publicar.
- Ya.
- Debo mantener una imagen moralmente correcta, porque hay muchos "moralistas y gente correcta" incluso con las novelas, que claramente dije son novelas, hay gente diciendo que eso está mal...
- ¿Como una imagen moralmente correcta?
- Debo medir lo que escribo y tener el control sobre la información  un paso en falso y ya fui, eso implica mi vida real, no meterme en escándalos, no actuar de forma indebida, a demás, mientras más conocida me haga, más jóvenes tendrán acceso a mi y los jóvenes actúan como lo hace su ídolo y debo, en cierta forma, dar un mensaje correcto.
- ¿Como es un mensaje correcto?
- Debes decirle a los niños que si actúan mal, cosas malas les pasará y si actúan bien, cosas buenas pasarán.
Diego pago los Picarones y empezamos a caminar por la plazuela.
Recibio una llamada, un amigo suyo lo llamó.
Me pregunto si quería visitarlo y le dije que si.
Subimos a un motocarro.
Su amigo (a quien no mencionaré porque no le pedí autorización para hablar de él).
Lo llamaré Vicente.
Vicente es lector de la pagina y esto ya se me esta haciendo realmente raro.
En realidad no esperaba que tanta gente en esta ciudad sepa de esta página.
Me vio y se emocionó tanto, que no supe como actuar, sonreí porque me causó mucha ternura su forma de ser.
Y entonces me dijo. "Te haz encontrado al mejor hombre, que puedas encontrar, mi amigo, es mi amigo del alma, mira, yo soy un mujeriego, un perro, pero él, cuando esta con una mujer, es solo de esa mujer" yo me limité a escuchar lo que decía, "si ustedes dos llegan a estar harían una linda pareja, la mejor estoy seguro".
Y yo en ese momento, pensé, ¡¡que tal marqueteo gratuito e intenso!!
Vicente, fue un gusto conocerte.
Salimos de su casa después de largo rato hasta que llego la hora de cenar.
- ¿Que quieres comer?
- Sinceramente, lo que quieras - sonreí.
- Mira, conozco un lugar bonito.
Nos fuimos a una casa donde vendían comida, yo pedí un caldo de gallina y el pidió un chaufa.
- Entonces, ¿Nos vemos otro día?
- ¿Realmente quieras salir conmigo?
- Yo quiero estar contigo.
- Ok... hagamos esto, hay que salir por un tiempo, para conocernos y ver si congeniamos.
- ¿Por cuánto tiempo?
- Unos... seis meses.
- ¿Por qué tanto tiempo?
- Tres meses.
- Eso es mejor.
- Es muy complicado incluso ser un conocido mío, porque si no lo escribo ahora, lo escribo en un año o en diez años.
- No entiendo esa manía tuya de escribir todo.
- Cuando escribo, puedo reflexionar sobre las decisiones que tomo y asegurarme de no volver a cometer el mismo error dos veces.
- Eso puedes hacerlo sin necesidad de publicarlo.
- También quiero dejar mi huella.
- ¿Como así?
- Nuestras vidas, comparadas, con el infinito del tiempo y el espacio es un infimo grano de arena. Pero si hay un grano de arena de color verde, en medio de los granos de arena que son amarillos, se notará y se lo puede diferenciar del resto, mi vida será efímera, soy una persona con impulsos suicidas, puedo acabar con mi vida en cualquier momento, pero mi obra, mi memoria, lo que yo escriba, se perpetuara, a través de los siglos y no seré olvidada.
- ¿Y eso es lo que quieres?
- Si, quiero ser inmortal.

Dama Oscura