En Cada uno de Nosotros

Bueno, Ya Saben... Es Un Spam, Y Empieza Asi:

Hola gente! Este mail lo escribió un ex compañero del cole, me gustaria que lo lean, porque es lo que pasa a diario.
Es triste y doloroso encontrarse todos los dias con casos asi, pero es mas triste no querer concientizarnos...
Por mi parte voy a reenviar este mail, agregando que cada uno cuente sus historias, no muy agradables, pero en fin reales, para que poco a poco tomemos consciencia de las cosas que estan pasando, porque pasan ahora! y nos pasa a todos!
Esa mañana, mientras caminaba hacia la facultad, recibí un mensaje en seco: “Ayer murió Javier en un accidente de auto en Rosario”.
Me frené y con la vista nublada miré hacia todos lados, estaba solo, caminando por un parque, no había nadie cerca, nadie podía responderme que estaba pasando.
Solemos definir como amigos a aquellas personas con los que compartimos momentos, a los cuales recordamos por anécdotas, aquellos que siempre queremos volver a ver, esos de quienes guardamos imágenes mentales que nos regalan una sonrisa.
Yo perdí a cuatro de esos amigos.
A Javier (Plonfi) lo conocía desde mas de dos años, no nos veíamos mucho, pero siempre me trato como un viejo amigo, su buen humor era constante y tenía una caridad casi desmedida que nos unió mucho en poco tiempo.
Falleció a sus 21 años, junto a dos amigos, cuando el auto en donde él estaba chocó contra otro, en una ruta Santafesina.
Yago era el hijo de una de las mejores amigas de mi mama, yo lo conocía desde chico, y a veces pasamos el tiempo juntos. Era atlético y simpático, y en sus rápidos comentarios se notaban inteligentes suspicacias mezcladas con humor.
Falleció a los 16 años, en una juntada de jóvenes, donde el dueño de casa trajo el revolver de su padre para mostrárselo a sus amigos, uno de ellos lo tomó con sus manos y pensando que estaba descargado disparó hacia Yago.
Genaro fue mi compañero durante cinco años en la secundaria, nos veíamos seguido, me contaba alguna de sus historias, o me enseñaba trucos para hacer interesantes hallazgos. Tenia un carácter particular, que lo incitaba a desafiar todo aquello que lo presionara, o encerrara, intentando así superarse a si mismo.
Falleció a los 18 años, mientras trabajaba en un Cybercafe. El estaba ya bocabajo en el piso, junto con otros clientes, mientras los ladrones vaciaban la caja; al momento que salen escondiendo la plata en los bolsillos el levanta la cabeza y mira a uno de ellos a los ojos, éste nervioso y sin pensar apunta su arma y dispara, el tiro le dio en la cara.
Marcio era alto y de postura imponente, su sonrisa y su gracia demostraban respeto y camaradería, mientras sus historias y comentarios exagerados nos mantenían horas atentos.
Viajaba en el asiento delantero del auto de un amigo, en la ruta estaban: ellos, atrás de otro coche, y más adelante un camión con maderas. Este último hace una maniobra en plena ruta y se desprenden unos tablones, una rebota sobre el techo del auto que estaba adelante, y se clava en el parabrisas, golpea a Marcio con fuerza en el pecho. Falleció poco tiempo después en el Hospital, a los 21 años.