Es la hora ya es la hora – Parte IV

11:40 am.

Sigo caminando, cada vez con menos fuerza en las piernas, cada contracción me detenía en seco, respiraba o trataba de respirar con normalidad y cuando pasaba seguía caminando. La casa estaba en silencio cuando el hijo de Rosa me habla.

-        Gianina, ¿puedes hacer documento?

Me reí en cierta forma creía que aun en ese estado el no perdía una oportunidad para jugarme sus bromas.

-        No – grito su mamá – como se te ocurre hijo.

-        Ya – dijo algo en voz baja y luego se dirigió al cliente – la señorita esta indispuesta en estos momentos… aja… si ya va a nacer… si… va a ser varón…

El silencio volvió a inundar el ambiente hasta la siguiente contracción en esos momentos escucho la voz de Cristina, la hija de Rosa, que grita desde la pista.

-        ¡Sergio! ¿Sigue aquí?

Sergio hace un ademan (que luego me contaron lo que dijo).

-        ¿A qué hospital se fueron?

Entonces yo grito

-        ¡Todavía no me voy!

-        Hay el Sergio mentiroso.

Escucho que la moto se desliza y se estaciona en la vereda, Jorge (Es el enamorado de mi amiga Celeste, hija de Rosa) entra después de Cristina.

-        Gianina – dice emocionada – ¿cómo estás?

-        A punto de reventar – dije irónicamente.

-        Ya va a nacer ya va a nacer – ilusionada.

12:00 pm.

Mi vecina casi terminaba de cocinar, yo ya no podía caminar más, así que estaba sentada en la mecedora empujándome lentamente y respirando.

En un momento sentí una punzada más fuerte me quede inmóvil.

-        Creo que ya debo ir al hospital – gemí.

Mi vecina me miro asustada.

-        Me voy a cambiar y te llevo… Jorge sal a llamar un mototaxi y pregunta cuanto hasta el hospital regional, no pagues más de tres soles.

-        Está bien – sale.

Cinco minutos después Jorge entra y anuncia que hay un mototaxi esperándonos. Intento levantarme y las piernas me tiemblan entonces Rosa le pide a Jorge que me cargue hasta la moto.

El camino fue tortuoso, las contracciones al menos ya se habían estabilizado cada cinco minutos… cuando llegamos al hospital regional nos abrieron la puerta de emergencias y la señora Rosa solicito una silla de ruedas, uno de los ayudantes me cargo y me acomodo en la silla y me llevaron a la sala de ARO (Alto Riesgo Obstetrico).

Dama Oscura