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Gianina
– escuche una voz que me hablaba a lo lejos y me acariciaba la cabeza – Gianina
– volví a escuchar esta vez más cerca.
Murmure
algo o quizá solo logre balbucear lo que creí hablar.
-
Gianina
te hicimos algunos puntos pues te desgarraste.
Respondí
algo que ni yo misma entendí.
-
Quedaste
hermosa.
Sonreí
entre mí.
-
Tu
hijo tiene ojos verdes como tú.
-
Las
doctoras son mentirosas – dije sonriendo.
-
¿Ya
te sientes mejor? – pregunto.
-
Haber
– dijo otra señorita – tiene ojos hermosos como los tuyos – dijo.
-
Las
enfermeras son mentirosas – murmure.
Todos
en la sala rieron a unísono.
-
Me
siento mareada…
-
Es
por el esfuerzo – dijo alguien – fuiste muy valiente, más cuando te negaste
rotundamente a que te hiciéramos una cesárea.
-
Doctora
– murmure – míreme, el dolor se fue, en unos minutos estaré bien, con guardar
cama 15 días se acaba todo en 1 mes puedo volver a trabajar, en cambio con una
cesárea… los riesgos son mayores.
-
Fue
una buena decisión la que tomaste.
-
Lo
sé.
Me
ayudaron a cambiarme de ropa y me pusieron en una silla de ruedas para llevarme
a la sala de puerperio, camino allá nos cruzamos con mi vecina quien se había
quedado todo el tiempo esperándome, le sonreí, detrás de mí venia una enfermera
con él bebe, llegamos a la sala y me acomodaron en una camilla para pasar la
noche.
-
¿Cómo
estás?
-
Bien
– sonreí débilmente – tengo hambre.
-
¿Puedes
sentarte?
-
Creo
que sí.
Intente
sentarme pero no pude, ella saco un tazón con sopa, mientras tanto me
entregaron a mi bebe, lo mire, ya estaba limpio, mantenía sus brazos en equis
“X” fuertemente y las piernas encogidas.
-
Hola
– murmure tomándolo en mis brazos.
-
Que
hermoso es – dijo mi vecina, dirigiéndose a una obstetra que pasaba por ahí –
disculpe, Gianina ¿qué es lo que puede comer?
-
Lo
que ella guste señora – respondió.
-
¿Qué
quieres comer? – dijo mirando sonriendo, mientras yo acomodaba a mi bebe a mi
lado boca abajo.
-
Carne
– sonreí – mucha carne.
-
Hare
hígado para mañana.
-
Eso
está perfecto.
Me
alcanzo el plato con sopa y empecé a tomar, de rato en rato miraba a mi bebe y
sonreía, era bueno saber que había nacido sano y completo.
Dama
Oscura
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