Memorias de JazVer (Parte III)

Al día siguiente, sucedió algo que nadie esperaba, yo estaba nerviosa, pensaba en lo que Jazmín me había dicho el día anterior, y me pasaba todo el tiempo mirando hacia la puerta esperando lo inesperado. Cuando de pronto alguien paso corriendo botando panfletos por todos los salones.

Los panfletos eran una difamación hacia algunos compañeros que el día anterior se había reunido para hacer cosas indebidas.

Los panfletos eran graciosos eran una sátira de lo que había sucedido y difamaban tremendamente a las compañeras del salón, dejándolas por lo más bajo.

Definitivamente se abrió una investigación sobre lo sucedido.

Aunque les parezca raro, me divertí mucho pidiendo opinión sobre lo sucedido a mis compañeros, miraba a Jazmín y sonreíamos en secreto, todos apuntaban hacia el más terrible del salón acusándolo directamente a él… la situación llego a la dirección a donde me llamaron.

Me senté delante del profesor de OBE mirándolo seriamente, él sabía que yo era la más astuta del salón y posiblemente tenía la respuesta, o al menos necesitaba mi ayuda, en la entrevista privada me di cuenta de eso.

- ¿Sabes quién lo hizo?

- Si profesor, lo sé.

- Me dirás quien es.

- No profesor, no se lo diré, al menos hasta que termine el colegio es mi deber guardar silencio.

- No tienes que cubrir a ese compañero, si te está chantajeando porque lo descubriste, nadie sabrá que fuiste tú quien me dijo la verdad.

- Profesor, para empezar, estos compañeros se merecen esto, estos compañeros le hicieron algo muy cruel a esta persona y esta persona solo se está vengando de ellos, creo que ideo una forma muy creativa de tomar venganza por lo que sentía hacia ellos. Discúlpeme profesor, pero de mis labios no saldrá ninguna palabra difamatoria ni que le pueda revelar quién es.

- ¿Esa persona te dijo que haría esto?

- si profesor, me lo dijo, hace algunas semanas lo encontré llorando escondido y por suerte del destino lo encontré, cuando me acerque supongo que se sintió en confianza de contarme todo lo que le pesaba, pero no eran sus pecados lo que le pesaban, sino los pecados de otros.

- Gianina, debo admitir que eres muy inteligente, pero siempre has actuado de forma maquiavélica, en los cuatro años de estudios que tienes en este colegio haz formado parte de los grupos de los cuales yo me siento orgulloso tan solo para crear rebeliones.

- ¿A dónde quiere llegar profesor?

- Que te diviertes saboteando la institución. Ahora estás viendo que difamaron a tus compañeras, sabes quién lo hizo pero no quieres decir quien lo hizo.

- Profesor, ¿estaría bien que me convierta en una soplona y le diga a usted quien hizo esto aunque yo le haya prometido a esa persona silencio? Sé que estaría bien para usted y para mis compañeras porque podrían tomar represalias contra esa persona, pero no lo estaría para mí, no para esa persona, confió en mí, y no voy a traicionarla…

Después de aquel día, nunca descubrieron quien hizo los panfletos, el asunto quedo en el olvido, y en el olvido quedo la difamación, pero no para mí, no en mi memoria, recuerdo la cara de satisfacción de una señorita al saber que no la habían descubierto, que a pesar de que me amenazaron con la expulsión y de culparme a mi directamente del asunto no abrí la boca.

Dama Oscura