Recordar es volver a vivir

- Gianina, quiero preguntarte algo, espérame un momento – Cristóbal estaba emocionado, por no decir nervioso.

- ¿Qué cosa? – dije mientras volteaba su habitación como buscando algo.

- Espera, no lo encuentro, tengo que preguntarte algo, pero no lo encuentro.

- ¿Por qué no simplemente me lo dices y ya?

- No se puede, tengo que decírtelo y dártelo.

Me eche en la cama suspirando, mientras escuchaba, de pronto estaba ahí, se había ensuciado con el polvo mientras buscaba entre sus cosas.

- Voy a decir esto por primera vez en mi vida y espero no equivocarme.

- Vaya, ¿me regalaras un millón de dólares?

- No es algo mejor.

Note que tenía algo sujetada en su mano, trataba de limpiarlo.

- ¿Quieres ser mi esposa? – lo dijo sin reparos mientras abría la pequeña caja con un anillo de compromiso.

- Vaya – murmure – no lo sé.

- ¿Por qué? Yo te amo, estoy convencido de que quiero pasar el resto de mi vida contigo y creo que tú me amas, hay que casarnos.

- Si – murmure.

- ¿En serio? – pregunto mientras sacaba el anillo de la caja.

- Si claro, ¿Por qué no?

- Eso es fantástico.

- Vamos a Iquitos y se lo dices a mis padres.

- ¿Tengo que hacerlo?

- Si, tienes que hacerlo.

Aquella tarde imagine en mi cabeza lo que sería mi vida a su lado, no se veía tan mal y tampoco era una mala opción, al menos sabía que podría divorciarme o escaparme…

Meses después estábamos en el registro civil, hacía mucho que no usaba un vestido, desde mis quince, nos casamos sin reparos. Éramos felices.

No puedo decir que fue un mal esposo, es más quizá se esforzó más que cualquier otro por tratar de verme feliz, no tuvo mucho éxito por cierto.

Me había enterado que Cristóbal falleció en un accidente laboral hace poco, lo cual me dejaba a disposición de poder seguir con mi vida con alguien más, eso incluía a Camilo, estaba ahí, sentada, mirando el dibujo que hizo para mí, me fui a mi cuarto y llore.

Durante algunos años me había visto a mí misma con él, me veía envejecer con él, quería tener hijos de él y ahora… estaba sola y él se había ido.

Encolerizaba mientras más pensaba en eso, abrace a mi bebe y entre lágrimas me quede dormida.

Dama Oscura