Detrás de una gran mujer

Hay un viejo dicho que a veces recuerdo “Detrás de un gran hombre, hay una gran mujer”, dicen que la mujer es la base en la relación que de ella depende más que esta tenga éxito, hasta hace poco no pensaba mucho en eso, pero desde hace unos días…

¿Que convierte a una mujer en una “Gran mujer”?

Quizá un negocio exitoso, el hecho que sea una buena profesional o el que sea una buena madre…

Cuando se hace referencia a los hombres diciendo “un gran hombre” la expresión esta originalmente inclinada con respecto al sentido laboral, un gran profesional exitoso que gana mucho dinero que se dedica al 90% (siendo optimista) a su trabajo, esos son grandes hombres, me pregunto si en algún momento se fijan en un hombre que sea dedicado a sus hijos, que este pendiente del  bienestar de su familia de su esposa, no, hasta el día de hoy no escuche sobre grandes hombres que sean reconocidos por su dedicación a su familia, leí sobre grandes hombres que dieron su vida por su país, que hicieron grandes descubrimientos que revolucionaron la humanidad, grandes hombres que dan todo por su trabajo y su investigación, grandes hombres talentosos que son reconocidos por su obra y arte, pero no recuerdo haber leído sobre algún gran hombre que sea reconocido por su dedicación a su familia…

Si detrás de un gran hombre, hay una gran mujer;   me pregunto sin intención de llegar a mofa, ¿qué hay detrás de una gran mujer? La respuesta más práctica que recibí entre las personas que me rodean es “muchos hombres”.

Sin ir muy lejos, conozco a una señora, que se dedicó toda su vida, bueno casi toda su vida a sus hijos, a tenerlos bien, a darles la mejor educación que le esté a su alcance, cuando la conocí hará ya unos 15 años, recuerdo que su casa era de madera, con una humilde cocina a kerosene y un marido que… para que les cuento, solo estaba de pintura.

Sin contar con el apoyo de este y habiendo terminado con las justas su educación primaria, se dedicó a hacer lo que mejor sabe, cocinar, empezó a vender “pensiones alimenticias” si es que lo escribí bien, a los trabajadores de la zona que estaban 8 horas seguidas sin regresar a casa lo cual contaba la hora del almuerzo, juntar el dinero que ganaba y poco tiempo después se hizo prestamista, con los intereses y la cantidad de préstamos que hacía, pudo reunir más dinero y de esta forma arreglar poco a poco su casa, primero la base luego el cuadrante y finalmente la presentación, actualmente su hermosa casa es por así decirlo mi lugar preferido para pensar, después llego la educación universitaria de sus hijos, para lo cual cambio de negocio, dejo de vender almuerzos a los trabajadores y monto una pequeña empresa en su casa con la cual consiguió solventar los gastos universitarios de sus hijos quienes no estudiaron en universidades baratas.

Esta mujer, no tiene actualmente pareja, está separada del padre de sus hijos y prefiere estar sola y dedicarse a darle lo mejor a ellos que hacer otra cosa, hoy en día, la veo sentada en su cama, descansando largamente, en sus años dorados, paseando en sus últimos días (que espero no sean pocos) y recibiendo la visita de sus hijos quienes la adoran.

Desearía que en algún momento de la vida, esta “Gran Mujer” sea reconocida, pero hasta que ese día llegue, espero que este texto la complazca.

Dama Oscura