Neandertal

Estaba en mi cama, leyendo un texto que nos dejaron en la universidad, cuando alguien golpeó la puerta de la casa. No le tomé importancia, igual no esperaba a nadie.

Mi mamá abrió la puerta. 

- Nina te buscan - dijo mi mamá.

- Te dije que no quiero ver a nadie mamá - respondí renegando - necesito estudiar, esto es importante...

La puerta de mi habitación se abrió. 

- ¿Ni a mí?

No había escuchado su voz en tres años, casi cuatro años, pero lo reconocí casi instantaneamente... me di la vuelta y lo vi.

- Amor... - murmuré.

Me levanté y corrí hacia él, me levantó en sus brazos y nos besamos, lo abracé con todas mis fuerzas, el pegó su cara a mi cuerpo y olió sobre mí.

- Aun hueles como te recuerdo - dijo sonriendo.

- Calla tonto - sonreí - no me bañe ayer - dije riendo.

- ¿Papi?

Mi hijo estaba jugando con uno de sus amiguitos y por alguna razón volvió a la casa, nos vio.

- ¡Papi! ¡Es mi papá!

Me bajé, Cristóbal levantó a nuestro hijo.

- Hola gatito - dijo sonriendo.

- Papi, te extrañé mucho, ¿por qué no venías? ¿te vas a quedar a vivir con nosotros?

- Me quedaré unos días.

- ¿Por qué no vives con nosotros?

- Pronto gatito, pronto.

Cristóbal me miró.

- Vamos a almorzar - sonriendo.

- Si, me voy a cambiar... la habitación del bebe está al lado - murmuré - voy a bañarme rápido.

Salimos de mi casa y llevé a Cristóbal a un hospedaje cercano a mi casa para que deje sus cosas.

- Algunos locales están abiertos - murmuré.

Nos pasamos el día con nuestro hijo, volvimos a mi casa hasta las 6 p.m.

- Échate en la cama con el niño hasta que se duerma por favor - murmuré.

Cristóbal bañó a nuestro hijo, lo vistió y se acostaron en su cama, los escuché conversar por al menos dos horas hasta que se durmió.

Cristóbal salió de la habitación, mi madre lo miraba en silencio.

- ¿Vas a dormir conmigo? - preguntó acercándose a mi.

- Si... voy a sacar unas cosas de mi habitación.

Cristóbal y mis padres se quedaron en la sala, entré a mi habitación, los escuché conversar sobre la extraña relación que estábamos teniendo, él les dijo que en cuanto la situación se restablezca vendrá por mi y el niño.

Ella le dijo que no quiere que nos llevemos a mi hijo, que se lo quiere quedar, "de todas maneras mi hija es inestable emocionalmente, mi nieto estará mejor conmigo"...

Salí de la habitación.

- ¿A dónde irán?

- Vamos a dormir.

- No eres un gajo de plátano para que te lleve así.

- Mamá - me quedé callada por un momento - volveré mañana temprano.

Agarre a Cristóbal y salimos de mi casa.

- Necesito agua - murmuré - podemos comprar agua en la tienda por favor.

- Si - respondió, su voz sonaba apagada.

Me trajo una botella de agua y saqué una pastilla.

- ¿Que es eso? - dijo agarrando el plister que tenía en la mano - ¿Desde cuándo tomas ansiolíticos?

Mire a Cristóbal en silencio sin responder, las lágrimas empezaron a salir de mis ojos y me limpié. 

- Ay enana - murmuró - que te hice - me abrazó.

- Lo siento mucho, me quebré, no podía conmigo misma...

- Lo vamos a solucionar...

Compró cervezas en lata y fuimos a la habitación.

- ¿Que película vemos? - dije sentándome en la cama.

- Dijiste que querías ver películas de Marilyn Monroe...

- Veamos El Padrino, mejor.

- Bueno, lo que tu quieras.

Encendimos la laptop de Cristóbal y nos sentamos en la cama abrazados mientras veíamos la película, cuando la película terminó, se dio cuenta que yo estaba llorando.

- ¿Por qué lloras?

- Idioteces mías, no me hagas caso - murmuré limpiándome los ojos.

- En mi experiencia no te vi llorar por idioteces nunca... una vez por un idiota que te dijo algo feo pero es todo... ¿Algún idiota te hace llorar?

- Si... hay un idiota que me hace llorar ahora mismo.

- Bien, estoy aquí, dime cómo se llama y me encargo.

- Tu...

- Ah... entonces... ahí cambian un poco las cosas... 

- Lo siento... ya se me va a pasar...

- ¿No te gusta que haya venido a verte?

- Te irás de todas maneras y me quedaré sola.

- Nina tienes que ser más racional, por favor.

- Estoy siete años, literalmente, siendo madre soltera, tu hijo solo te ha visto cuatro veces, a penas te recuerda porque tengo fotos tuyas en mi habitación, estoy quebrada, he intentado acabar conmigo misma ya tres veces, una vez por año, soy tan inútil que ni siquiera eso puedo hacer bien, la cabeza ya no me da para los estudios, me olvido de todo rápidamente, ni siquiera soy capaz de recordar lo que estoy haciendo en el momento en el que lo estoy haciendo... la muerte sería mucho mejor para mí...

- Nunca pienses eso...

- Ya no se que hacer conmigo misma, a veces me paso días enteros llorando ¡y estas malditas pastillas no me hacen efecto!

- No te hacen efecto porque no tienes un problema en la cabeza, ven aquí, vamos a dormir.

- Sufro de insomnio - murmuré - a demás, no revise mi página en todo el día, las notificaciones deben estar reventando...

- Mejor, desnudate y ven aquí.

- Tengo ciento tres notificaciones, dame un minuto por favor, voy a apagar el internet.

Me quité la ropa y me metí a la cama con él...

- ¿Que sientes por mi - pregunté rompiendo el silencio de la habitación.

- Sabes lo que siento por ti.

- Creo que ya lo olvidé...

- Eres la única mujer, con quien puedo estar tranquilo, donde puedo encontrar paz conmigo mismo, que no me tiene miedo como todos los demás, eres a donde tengo que regresar siempre, a donde quiero regresar siempre, eres mi significado de una familia.

- ¿Y eso que significa?

- Te amo enana, claro que te amo, carajo que te amo, como nunca amé a nadie en este mundo.

- Entonces... ¿Por qué me haz abandonado? - me tape la cara empezando a llorar nuevamente - ¿Por qué permitiste que sea madre soltera? ¿Por qué no me llevas contigo?

- Nina tienes que ser razonable, por favor, recuerda cómo estuvo todo, estabas embarazada, con amenaza de aborto yo tenía que viajar mucho, no podía llevarte y un sujeto intentó hacerte daño mientras yo trabajaba, me volví loco y casi mató al sujeto a golpes cuando me enteré, si no me hubieras detenido él habría terminado en el cementerio y yo en la cárcel, necesitaba dejarte en un lugar seguro y el lugar más seguro que conocía es aquí, con tus padres.

- Y ahora ya son siete años que estas lejos de mí, ¿por qué no me puedes llevar ahora?

- Porque hay una pandemia que estámatando gente por todo el mundo, aquí las cosas están tranquilas, yo estoy en zona roja, su hubieras estado conmigo allá, ya habría tenido que vivir la desgracia de enterrarte. 

- Esta situación solo será por este año...

- Mira, por favor, tienes que ser razonable, eres una mujer inteligente, lo eres desde siempre, cuando te conocí supe que eras una mujer muy inteligente, piensa por favor, en este momento no tengo un empleo bien remunerado, no tengo donde ponerlos al bebé y a ti, no tengo ni siquiera una televisión, a demás, no podríamos salir a ningún lado, yo trabajo cremando muertos por la infección, porque me despidieron en mi empleo, mi trabajo es muy poco remunerado, por favor, entiende, yo sé que eres capaz de entenderme, necesito que esperes un poco más, yo voy a volver por ti y nuestro hijo, nos iremos juntos y si quieres que viajemos por todo el mundo, lo haremos, haremos todo lo que tu quieras, pero no ahora, no en la situación actual que estamos viviendo.

- La pandemia no pasará de este año, ya casi cumplo treinta, ya no nos queda mucho tiempo. 

- Si la situación se arregla hasta diciembre, estaremos juntos antes de tu cumpleaños.

- ¿Lo juras?

- Te lo juro enana, ahora, por favor, déjame dormir oliendo tu piel, que solo puedo estar aquí una semana y debo hastiarme de ti para poder resistir hasta que vuelva a verte.

- Me voy a escabullir en tus sueños - sonreí.

Cristóbal me abrazó.

- Ya no llores por favor, no me gusta verte así.

- No puedo evitarlo... de un tiempo a esta parte es lo único que hago.

- Conseguí la nacionalidad en el país donde estoy viviendo.

- ¿En serio?

- Si, vamos a casarnos allá para que te den la nacionalidad a ti también.

- Hagámoslo entonces.

- ¿Quieres ir a Italia más adelante? Quiero pasar algunos años allá.

- No conozco otro idioma a demás del español.

- Mejor así, no hablaras con nadie que no sea yo - sonriendo.

- Creo que puedo divertirme mucho escribiendo sobre los lugares que conozcamos.

- Siempre que no te escapes de mi vista y de donde te pueda proteger.

- Tengo que escribir...

- ¿Que vas a escribir?

- Mañana es jueves, quiero publicar lo de hoy.

- ¿Todo?

- Casi todo...

- ¿No puedes hacerlo mañana?

- Voy a escribir un borrador y mañana lo termino.

- Esta bien, pero apurate que tengo frío.

- Ponte la ropa...

- ¿Para qué? Tu calientas más.

Lo miré sonriendo.

- ¿En qué momento me enamoré de un pervertido como tú?

- ¿Pervertido nada más?

- Pervertido, sádico, salvaje, tosco, neandertal, un lobo solitario - empecé a reír - todo lo solucionas a golpes, devorador de carne...

Cristóbal se acercó para besar mi cuello.

- En este momento la única carne que quiero comer eres tú.

Dijo levantándome. 

- ¿Otra vez?

- ¡Si otra vez! Ven aquí. 

Dama Oscura