El
padre de Cristóbal, vive en una ciudad costeña, es dueño de una finca en la
cual siembra caña de azúcar la cual es vendida a la empresa azucarera de la
zona, lleva ya muchos años en ese negocio, lo conocí una mañana fría y nublada,
desde el primer momento hablo mal de Cristóbal, diciendo todo lo malo que se le
podría ocurrir de él, aunque lo intente no pude evitar detestarlo desde el
primer momento en que lo conocí, aquel día me entere que Cristóbal tenía un
medio hermano por parte de padre, por largo tiempo creí que él era hijo único
pero luego no… el señor es docente de educación primaria en una escuela de la
zona…
“Mi
hijo tiene esposa, tiene dos hijos, siempre está visitándolos, ¿Para qué
viniste a buscarlo? ¿Y esa barriga? Tú ya tienes 6 meses de gestación, ¿ahora
mi hijo como lo mantiene? Ni siquiera tiene para sus hijos, mis pobres nietos
vienen aquí de hambre a pedir aunque sea un pan para que coman, yo recién me
entero que tu existes, seguramente por estar andando contigo no les da dinero a
ellos, por tu causa seguramente los deja sin comida… Pero piensa tú, que
ejemplo estaría dando a mis alumnos si permitiera que mi propio hijo tenga dos
mujeres, porque él y su esposa están bien, viven juntos, se van de viaje, él está
toda la semana allá, yo lo vi… Tú eres una muchacha joven, eres hermosa, ¿Por
qué pierdes tú tiempo con mi hijo? Él no te puede dar nada bueno, mírate como
estas ahora, y ese niño ¿Qué será de su vida? Pobrecillo… Tú puedes encontrar a
alguien mejor que él, mi hijo no vale la pena, cuando le dije que se ponga a
estudiar, ¿Qué me dijo? Que no quería, yo quería enviarlo a la universidad pero
prefirió mandarse a mudar, por varios años no lo vi estudio para chef en una
escuela técnica pero no termino nunca, en cambio mi otro hijo, el sí está
estudiando medicina en la universidad, ya le falta poco para terminar, el si me
hizo caso cuando le dije que estudiara en cambio el, que mal escogiste, pudiste
haber elegido a alguien mejor…”
Las
cosas que me dijo aquella mañana en tan solo veinte minutos, me hizo
encolerizar y detestarlo tanto, que todos los días que siguieron no quise ni
verlo a la cara.
Me
pregunte varias veces ¿Con que cara un hombre que abandono a su hijo por casi
toda su vida, se viene a dar de gran ejemplo a seguir?
Después
de una pequeña discusión, de hacerle entender que yo ya sabía todas esas cosas
de su hijo y que no me importaba en nada su opinión, quedamos oficialmente
presentados… no lo soporte… estuve viviendo en su casa por casi un mes y Cristóbal
se dio cuenta de mi molestia, así que me hizo salir de esa casa en cuanto pudo,
me reitero el hecho de que su padre no le agradaba, que no le interesaba lo que
pensara de él y que por estas cosas no quería estar cerca de él, que no le
importaba si vivía o moría.
Dos
años viví con Cristóbal, no comprendí por largo tiempo la antipatía que le
tenía a su familia y cuando por fin pude entenderlo, enterarme de la situación
que él había pasado en su propia casa, se acabó.
Hace
algunos días me informaron que el padre de Cristóbal está mal de salud, que
saldrá del país en busca de un buen médico que vea su malestar… cuando se lo
dije a Cristóbal lo que me contesto fue “Yo no tengo padre”… Me da pena en
realidad… pero es su vida. No puedo hacer mucho por esta situación.
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