No era para siempre

Me marque tu nombre
por un capricho tuyo
pensando que era promesa
creyendo que era para siempre.

Creí que nuestro amor
se sostenía con tinta,
pero olvidé que el tiempo
también borra las promesas.

No eras para siempre,
y aun así te guardé
como quien retiene el fuego
aunque queme al tocarlo.

Tu nombre en mi piel
fue cicatriz sin sanar,
fue sombra en días claros,
fue silencio cuando quería hablar.

Hoy, me despido,

No con rabia, ni con rencor.
solo con la calma
de quien entiende que doler
también fue parte del camino.

Te borro sin borrarte,
te cubro sin negarte.
Porque aprendí
que no toda marca es herida,
y no todo adiós es ruptura.

A veces, irse también es amor propio.
Y si alguna vez me nombras,
que sea con la verdad entre los labios:
no fue amor eterno,
pero sí una historia que necesitaba cerrar.

Hay recuerdos que se llevan en la piel.
El alma también guarda marcas,
pero no todas merecen quedarse.
Algunas memorias solo desean descansar.

Dama Oscura